Vivimos a las afueras de Caldes de Malavella (Girona) en una casa construida en 1900 y completamente reformada pero respetando su estructura y carácter original. En la cocina hay una chimenea y también un horno de fuego (perfecto para pizzas!). Por supuesto también tiene los electrodomésticos normales de la vida moderna –gracias a dios por inventar el lavavajillas!-.
Tiene más de 20 hectáreas de caminos y bosque propio –con sus setas, sus bellotas, sus conejitos y su montón de plantas medicinales- y casi todas las noches se ven millones de estrellas. Se ve la salida del sol y también la puesta, delante de la casa hay un campo de cultivo que genera un espacio abierto y sin árboles, así que uno de nuestros pasatiempos favoritos es sentarnos a mirar el cielo y las nubes.
Hay una gran piscina –en principio para verano pero si eres valiente puedes meterte en cualquier época del año!- y un porche para comer, cenar, o trabajar.
Si el tiempo acompaña y no hace viento, los días soleados de invierno salimos en manga corta a la entrada y leemos o trabajamos como si fuera primavera.
Nuestros vecinos más cercanos están a más de un kilómetro, así que es un sitio único y absolutamente tranquilo pero también perfectamente confortable.
Lo único que tienes que tener en cuenta es que vivimos con dos gatos y dos perros, así que si tienes alergia ven preparado/a!